Se observó durante la investigación una fuerte contradicción entre una autoimagen como una ciudad “tranquila y cordial” por un lado, y la presencia de prácticas mafiosas en varios rubros (robo de combustible, narcotráfico, armatráfico, explotación sexual) por otro; todo esto implica un clima de miedo, desconfianza y ajenidad combinados dentro del lazo sociocomunitario.

Pensamos lo mafioso como prácticas capitalistas de agrupaciones con fines de lucro basadas en la ilegalidad y la intimidación.
El término es prestado de ciertas regiones de Italia y se hace extensivo mundialmente a prácticas de crimen organizado.
Durante la planificación, el tema “Mafias y terror” generó mucho miedo en el equipo por lo que se buscó un soporte discursivo desde donde proponerlo que respete la sensación de desprotección y amenaza.
Para ello se habilitó un aparato electrónico (televisor) donde se pudo expresar desde cierto anonimato la cuestión, permitiendo alguna seguridad ante lo amenazante del tema.
El texto quedó redactado así “En Pilar no hay mafias: ni narcotráfico, ni armatráfico, ni robo de combustible, ni explotación sexual (barqueras)”.
Se coloca el aparato sobre una mesa delante del público sin presentación alguna buscando simbolizar su presencia silenciada y envolvente. Se hace registra visual y escrito de las reacciones al mismo